El día 12 de febrero del año 1908 salieron de Times Square, pleno centro de Nueva York, seis automóviles de entonces para dar por primera vez la vuelta al mundo. Francia y su periódico Le Matin patrocinarían el Raid automovilístico, pero los norteamericanos tomarían pronto el protagonismo comunicativo y técnico, consiguiendo incluso ganar la carrera, a pesar de haber llegado a París cuatro días después de haberlo hecho el equipo alemán. Los países que participaron fueron cuatro, Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia. De ellos, sólo llegaron a París tres de los equipos, los alemanes, los americanos y el italiano; los franceses, que llevaban tres automóviles, abandonarían dos vehículos en los EEUU y el tercero en Japón. Recorrieron aproximadamente unos 23.000 kilómetros atravesando los EEUU de costa a costa, luego el océano Pacífico en barco hasta a Japón, vuelta al mar para llegar a la ciudad rusa de Vladivostok, y de aquí toda Asia, incluida Siberia entera, hasta alcanzar Moscú para, por fin, conseguir la triunfal llegada a la meta en París.
El día 30 de julio de 1908, casi seis meses después de partir, acabarían llegando los norteamericanos a la capital de Francia. Ganaron ellos porque el equipo alemán, que sin embargo llegó cuatro días antes, fue penalizado por haber recorrido parte del viaje en tren. El vehículo italiano consiguió, finalmente, llegar en septiembre en un honroso tercer lugar. Fue aquella toda una hazaña que marcaría el desarrollo del automovilismo. La aventura vivida por esos hombres sería incluso plasmada luego en un libro que escribiría el propio piloto del equipo italiano -que a la vez era periodista- Antonio Scarfoglio. Él mismo llegaría a decir años después: Se podrá ir a la Luna, se podrá utilizar toda la tecnología avanzada y poderosa, ¡pero yo llegué a dar la vuelta al mundo al volante de un automóvil en 1908!
El día 30 de julio de 1908, casi seis meses después de partir, acabarían llegando los norteamericanos a la capital de Francia. Ganaron ellos porque el equipo alemán, que sin embargo llegó cuatro días antes, fue penalizado por haber recorrido parte del viaje en tren. El vehículo italiano consiguió, finalmente, llegar en septiembre en un honroso tercer lugar. Fue aquella toda una hazaña que marcaría el desarrollo del automovilismo. La aventura vivida por esos hombres sería incluso plasmada luego en un libro que escribiría el propio piloto del equipo italiano -que a la vez era periodista- Antonio Scarfoglio. Él mismo llegaría a decir años después: Se podrá ir a la Luna, se podrá utilizar toda la tecnología avanzada y poderosa, ¡pero yo llegué a dar la vuelta al mundo al volante de un automóvil en 1908!
(Imágenes de dos obras del pintor norteamericano Peter Helck (1893-1988), Champion Johnny Walker y Speed Demons de 1904, con el recurso pictórico curioso de un cuadro dentro de otro; Fotografías del Raid Nueva York-París de 1908: Salida en Nueva York, primer plano del automóvil Thomas Flyer, del equipo estadounidense; Fotografía del automóvil del equipo alemán Protos; Fotografía del vehículo italiano Zust; Fotografía del automóvil francés De Dion en una calle de Utica, cerca de Nueva York; Fotografía del vehículo norteamericano cruzando una vía férrea; Fotografía de la carrera a su paso por el estado norteamericano de Nebraska; Imagen fotográfica del vencedor y piloto norteamericano George Schuster (1873-1972); Fotografía del equipo alemán, donde el militar prusiano Hans Koeppen (1876-1948) se aprecia sentado en la derecha; Imagen del periodista y piloto italiano Antonio Scarfoglio (1886-1969); Fotografía del automóvil vencedor, el modelo americano Thomas Flyer; Fotografía del pintor e ilustrador norteamericano Peter Helck.)
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