28 de julio de 2010

Algunas de las mujeres retratadas más sugerentes del genial Goya.



El retrato de la Familia del Duque de Osuna, pintado por Goya en el año 1788, es una de las composiciones de retrato en grupo más conseguidas de toda la historia del Arte español. En este cuadro aparecen don Pedro de Téllez y Girón, IX duque de Osuna, su esposa, doña Josefa Alonso Pimentel, y sus cuatro hijos. La niña del centro del cuadro es Joaquina Téllez-Girón, que acabaría siendo luego la marquesa de Santa Cruz, pintada también por Goya, diecisiete años después, en un sorprendente retrato romántico, recostada con una lira y una corona de flores, detalles que reflejaban la afición de la marquesa por la música y la poesía. Esta pintura recostada de Goya se asemeja en su composición a su otra famosa obra, La maja vestida, una pintura contemporánea de este retrato de la marquesa. También tiene el retrato de la marquesa de Santa Cruz cierta reminiscencia con la obra barroca Venus del genial pintor Velázquez. Otro cuadro de interés del gran pintor español del siglo XVIII es el Retrato de la marquesa de Lazán, doña María Gabriela Palafox y Portocarrero. La belleza de esta modelo y su esbelta apostura, como de recién aparecida en la escena desde un fondo oscurecido, hace de esta obra romántica de Goya uno de los más sugerentes y bellos retratos femeninos del creador aragonés.

La hermana de doña María Gabriela, doña María Tomasa Palafox, marquesa de Villafranca, fue retratada también por Goya, aunque esta vez sentada, no acostada, y con la paleta de pintar y unos pinceles entre sus manos artistas. Llegaría a ser incluso doña María Tomasa miembro de la Real Academia española de Bellas Artes de San Fernando y una gran aficionada al Arte. En otro cuadro de Goya, La marquesa de Solana, aparece doña Rita de Barrenechea sola, pintada de pie y con un lazo rosa en su cabeza. Es, sin embargo, una muy curiosa pintura femenina ésta del gran creador español, una obra de Arte que nos describe, con extraordinaria elegancia, las características singulares de esta inteligente mujer, una personalidad muy ilustrada para su época. Es una gran obra de Arte porque aparece retratada además como una mujer más bohemia que aristocrática -por su dedicación a la literatura-, con una sencilla pose a pesar de su alto rango social. El pintor español, apreciándola, consiguió dibujarla atractiva y muy juvenil, teniendo en cuenta que la marquesa tendría por entonces unos cuarenta y cinco años de edad, una edad para la época muy considerable. Pocos meses después de retratarla, fallecería doña Rita de Barrenechea en Madrid. Por último, la belleza más conseguida de Goya en un retrato de mujer española: Doña Isabel Lobo de Velasco y Porcel. En este óleo del año 1805 Goya retrató a la esposa de Antonio Porcel, un amigo del pintor casado en segundas nupcias con esta hermosa mujer andaluza, veinticinco años más joven que su esposo. Estas son sólo algunas de las mujeres que Goya plasmaría en un cuadro, ya que el pintor pintaría muchas más durante toda su vida creativa. Pero éstas representan el difícil equilibrio iconográfico entre belleza, inteligencia, interés, misterio y Arte... Todos éstos además unos elementos que el ser femenino y Goya conjugaron de un modo extraordinariamente artístico en aquel Arte español del retrato romántico por antonomasia.

(Imagen del óleo Isabel Lobo de Velasco y Porcel, 1805, National Gallery de Londres; Cuadro La marquesa de Solana, 1795, Museo del Louvre, París; Óleo Marquesa de Santa Cruz, 1805, Museo del Prado, Madrid; Óleo Marquesa de Villafranca, 1805, Museo del Prado; Óleo de Marquesa de Lazán, 1804, Palacio de Liria, Madrid; Óleo Familia de los Duques de Osuna, 1788, Museo del Prado, Madrid; todos lienzos de Francisco de Goya y Lucientes, 1746-1828.)

No hay comentarios: