23 de octubre de 2010

El amor, esa rara emoción, o como una adoración o como un martirio...




Nunca una epidemia de Peste negra fue tan inspiradora y oportuna como la habida en Florencia durante el año 1348. El escritor italiano Giovanni Boccaccio (1313-1375) sería testigo de ello. Imaginó entonces que unos jóvenes, siete mujeres y tres hombres, se refugiaban lejos de la peste en un bosque profundo para evitar los maléficos efectos de la enfermedad. Y decidió el escritor medieval que cada uno contara un cuento cada noche, durante las diez noches (decameron) que estuvieron retirados. Así surgió de la pluma de Boccaccio una de las obras maestras de la Literatura Universal. En uno de los capítulos del Decamerón se relata el encuentro entre Ifigenia (personaje de la mitología griega pero transposicionado aquí como una bella doncella medieval) y Cimón (Cimone), el hijo de un noble personaje de la isla de Chipre. La historia describe a Cimón como un joven de gran belleza, alto y bien parecido, pero absolutamente estúpido sin solución. Ni su padre ni sus maestros habían conseguido que Cimón se educase para nada, siendo hasta su voz aberrante y sus maneras groseras. De modo que el padre lo envía entonces al campo para que, al menos, labrase la tierra. En una ocasión, de regreso a su casa al finalizar el día, vio Cimón a una hermosa joven durmiendo, cubierta solo por un vestido tan sutil que casi nada de sus cándidas carnes escondería a los ojos... Fue tan grande la admiración del joven por esa imagen femenina, que pensó que aquello que veía era lo más maravilloso y hermoso que había visto jamás nadie. La joven dormida era Ifigenia y él ahora, impresionado y enamorado, cambiaría ya del todo su carácter, mejorando su apostura, sus maneras y hasta sus formas para convertirse en un refinado espíritu galante, en un cauteloso, elegante, decidido y muy educado caballero. 

Águeda de Catania fue una hermosa joven siciliana (romana) que vivió en el siglo III de nuestra era. Su enorme belleza llegaría hasta los oídos de un senador romano, Quintianus, el cual quiso seducirla entonces sin saber que ella, cristiana, había ya elegido a Jesucristo como al único amor de su vida. Según cuenta el martirologio legendario, el ofendido senador romano, en un despecho malvado y rencoroso, decidiría recluirla en uno de los peores prostíbulos de Roma. Pero en ese terrible lugar conservaría Águeda, sin embargo, de un modo milagroso su virginidad... Albergando todavía un resentimiento no contenido, Quintianus decidió ahora, cruelmente, que la torturasen cortándole sus dos senos incluso. De esta forma tan dramática aparece representada Águeda en el magnífico óleo del pintor Giovanni Battista Tiépolo (1696-1770), donde se observa, luego de la terrible tortura criminal, cómo auxilian a la santa cubriéndole las heridas sangrantes del pecho.

Dos consecuencias amorosas opuestas en estas dos leyendas donde el sentimiento amoroso, algo inespecífico, casi neutro, equidistante o misterioso, conseguirá a veces llevar a los seres humanos así a sus extremos más distantes. Porque es entonces ese sentimiento cuando se polariza en exceso, visceralmente, y como acabará en un caso convirtiéndose en una salvación o, en otro, en una maldición.  ¿Qué rara cosa es esa que puede llegar a transformar al ser humano mejorando su espíritu o, por el contrario, destruyendo incluso a otro espíritu y al cuerpo que lo albergue? Estos dos creadores del Arte reflejan muy emotivamente, en ambos casos -tanto en la salvación como en la maldición-, la misma mirada perdida, bella y sugerente de una escena altamente emocional, muy inspiradora y poderosa. El Arte aquí, como en otros muchos casos, nos servirá, nos ayudará o nos lo recordará así siempre...

(Cuadro del pintor británico prerrafaelita Frederic Leighton (1830-1896), Cimón e Ifigenia, 1884, Galería de Arte de Sidney; Óleo de Giovanni Tiépolo, Martirio de Santa Águeda, 1750, Berlín; Grabado con la imagen del pintor Tiépolo; Fotografía del pintor Frederic Leighton; Cuadro del pintor inglés Waterhouse, El Decamerón, 1916, Liverpool.)

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