El novelista español Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) tuvo una vida tan prolífica como su extensa obra literaria. El mundo del cine le atrajo tanto al escritor español, que varias de sus novelas fueron filmadas en el Hollywood de los primeros años del cine mudo. Una de ellas fue la película The Temptress (1926), basada en su novela La tierra de todos escrita en el año 1922. La productora norteamericana Metro Goldwyn Mayer le encargaría el proyecto al cineasta sueco Mauritz Stiller (1883-1928), que un año antes se había traído, con él, a la actriz Greta Garbo (1905-1990) de su Suecia natal. Junto a ella, comenzó el rodaje en el año 1926. Sin embargo, los desencuentros de los productores con el director Stiller hicieron que le retiraran pronto de la dirección del film. Para el papel protagonista masculino contaron con un actor desconocido de origen español de 39 años, un joven español que, desde catorce años antes -en el año 1912-, había comenzado a trabajar en el cine pionero norteamericano de entonces. Antonio Garrido Monteagudo Moreno (Madrid, 1887 - Los Ángeles, 1967) pasaría entonces de las calles de Sevilla a las grandes avenidas de la Nueva York de comienzos del siglo XX.
Conoció en Nueva York a su mecenas norteamericana, la viuda Charlotte Morgan, una heredera que le ofrecería la posibilidad de estudiar y poder trabajar en una compañía comercial, así hasta que una oportunidad en teatro como actor secundario le llevaría luego al cine. Su acento español no fue un impedimento por entonces -primeros años del cine mudo- para poder intervenir en una producción, una obra cinematográfica del influyente director D.W.Griffith, Two daughters of Eve del año 1912. A partir del año 1929, como muchos otros actores de cine mudo, Antonio Moreno se enfrentaría con la cruel realidad del cine sonoro, algo que, para los actores de habla no inglesa, fue una dificultad añadida para conseguir papeles importantes. Es por lo que tuvo que aceptar papeles secundarios, o dedicarse a películas rodadas en español para el mercado hispanohablante, o rodar, como director, algunas películas en México. Intervino incluso en una película española, María de la O, rodada en España en el año 1936. A pesar de todo eso, consiguió mantenerse en la industria cinematográfica norteamericana, aunque sólo en papeles secundarios y con un claro tono hispano.
Antonio Moreno fue el primero en ofrecer la imagen de Latin Lover en el Hollywood que encumbraría a otros actores latinos en ese estereotipo. Sin embargo, supo mantener un equilibrio entre seducción y sensibilidad. Probablemente, de haber tenido una pronunciación y un inglés perfectos, hubiese disfrutado de otra carrera que la que tuvo después de los años veinte. Gracias a su especial estilo, Antonio Moreno protagonizaría la película muda norteamericana It, producida en el año 1927. Esta cinta fue una adaptación de la obra literaria del mismo nombre de una novelista americana, Elinor Glyn (1864-1943). Esta escritora supo verlo idóneo para la película, ya que simbolizaba él esos nuevos aires de ruptura que vivía la joven sociedad norteamericana de los años veinte. La actriz Clara Bow (1905-1965) fue elegida también por Elinor Glyn para encarnar a la protagonista femenina, ese tipo de chica que, desde entonces, se denominó It. Con este término se empezaría a representar la imagen de una mujer que ofrecía ese extraño magnetismo que atraía a los dos sexos, esa actitud, cuasi masculina y muy moderna, que caracterizaba aquellos años en el peinado femenino o el vestir. Al final de su vida el actor Antonio Moreno, aquel que había cautivado con su apostura elegante, atractiva y masculina las cintas del cine mudo americano, acabaría haciendo solo papeles marginales de corta duración en algunas grandes producciones del Hollywood de los años cincuenta. Como la que hiciera, del maduro hacendado mexicano don Emilio Figueroa, en la gran película del director John Ford, Centauros del desierto, una magnífica cinta protagonizada en el año 1956 por el mítico John Wayne. Diez años después fallecía el olvidado actor español en aquel Beverly Hills de los sueños rotos, ese mismo lugar que, una vez, le viera brillar en su cielo tan engañoso, un firmamento por entonces estrellado, mítico, esplendoroso... y absolutamente efímero.
(Cuadro de Vicente Blasco Ibáñez, del pintor valenciano Alejandro Cabeza; Imagen fotográfica de estudio del actor español Antonio Moreno, 1919; Imagen fotográfica de Greta Garbo; Cartel de la película The Temptress, 1926, basada en la novela La tierra de todos, de Blasco Ibáñez; Imagen del rodaje de la película The Temptress, con Mauritz Stiller a la izquierda y la pareja Garbo y Moreno; Imagen de la actriz Clara Bow; Cartel de la película It, de 1927; Fotograma del film Centauros del Desierto, 1956, donde aparece de espaldas Antonio Moreno en el papel del maduro mexicano don Emilio Figueroa; Fotografía de Mauritz Stiller y Greta Garbo a la llegada a Nueva York en 1925; Abajo: Vídeo de la película española María de la O, 1936; en este caso con un Antonio Moreno ya de cincuenta años casi, y rodada en España por el director Francisco Elías e interpretada por la gran bailaora Carmen Amaya, 1913-1963.)